1. Nos declaramos orgullosos del proceso adelantado por nuestros hijos e hijas, quienes, en contra de la mayoría de los medios de comunicación y de la voluntad del Gobierno, lograron gestar, desarrollar y mantener un movimiento estudiantil del que hemos sido privilegiados testigos y que, con sus argumentos, imaginativas acciones y maduro comportamiento logró conquistar la mayor parte de la opinión pública, constituirse en ejemplo de entereza en la defensa de los derechos ciudadanos y, como consecuencia de ello, obtuvo un clamoroso triunfo, con el retiro del proyecto de ley de educación superior, por parte del Gobierno.
2. Esperamos que el Gobierno honre su palabra y, entendiendo que su misión debe ser la representación de los verdaderos intereses sociales de la nación, asuma, durante la construcción de la nueva ley, su responsabilidad en el cumplimiento real del derecho a una educación financiada por el Estado, de excelencia y con cobertura universal.
3. Consideramos acertado el desarrollo táctico que ha tenido el movimiento al entrar en etapa de suspensión temporal del paro y la declaración de estado de alerta, para hacer un seguimiento atento al cumplimiento de los compromisos ofrecidos por el Gobierno, luego del retiro de la Ley.
4. Reconocemos en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, el legítimo órgano coordinador de este movimiento, que, en medio de la natural controversia, ha logrado la unificación mínima de voluntades y, en consecuencia, rechazamos enérgicamente los ataques que ha recibido desde diferentes frentes. Confiamos en que el movimiento sea capaz de concentrar su interés en los objetivos comunes y puedan ser superadas las diferencias que consideramos únicamente formales. La única forma de garantizar el éxito en la construcción del proceso que apenas comienza, es consolidar la unidad del movimiento.
5. Urgimos a los rectores de las universidades del país, que en este momento se encuentran militarizadas, a que comprendan el momento histórico que están viviendo y, en concordancia, reconozcan con grandeza las justas razones que asisten a los estudiantes y retiren la fuerza pública, para permitir que esas sedes alcancen sus aspiraciones y se unan, en condiciones civilizadas, al debate hacia la construcción de la nueva Ley.
6. Hacemos un llamado a los diferentes sectores sociales a que se unan a la movilización programada para el próximo 24 de noviembre. El movimiento estudiantil colombiano se inscribe dentro de un despertar político continental, liderado por una juventud valiente, digna, inteligente y, por consiguiente, justamente inconforme.
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